Dentro del campo de los colectores solares térmicos, son muy comunes los equipos termosifónicos, estos aparatos se componen de una placa solar, un depósito de acumulación de agua y una estructura de aluminio que suele ir anclada al suelo o bien al tejado de la cubierta del inmueble donde se vaya a instalar. Los sistemas termosifónicos suelen ser más económicos que las instalaciones forzadas, ya que en éste tipo de instalación no se requieren bombas circuladoras ni centralitas o controles diferenciales que generalmente complican la instalación y por tanto, requieren mucho más mantenimiento.Estos equipos generalmente llevan el depósito de acumulación de agua en la parte de arriba del captador solar descansando en la estructura que soporta la placa solar y sobre una especie de cuna para que una vez instalado no exista ningún riesgo de posibles caídas, generalmente los depósitos de acumulación suelen oscilar en volúmenes de 120, 150, 200, 300 y 400 litros de agua.Según el CTE y los estudios realizados por nuestro ministerio de industria,sabemos que en el sur español se instala un 70% de equipos termosifónicos, frente a un 30% de sistemas forzados o partidos con colectores arriba en el tejado, mientras que el depósito se encuentra en otros lugares con sus respectivas bombas de circulación y el resto de elementos necesarios para la instalación. Por el contrario, en el norte de España, la cifra se invierte y se utiliza más el sistema forzado que el termosifónico, la razón es bien sencilla ya que el rendimiento o la eficiencia de éstos equipos forzados es superior como explicamos en el apartado de instalaciones forzadas.